Denominación de Origen Protegida Cangas

Imagen cedida por DOP Cangas

La DOP Cangas ampara los vinos elaborados en el suroeste del Principado, alrededor de la población de Cangas del Narcea. Está reconocida como Denominación de Origen Protegida desde 2009, aunque desde 2001 la denominación estaba reconocida como Vino de la Tierra de Cangas y en 2002 se constituyó su primer consejo regulador.

Debido a su clima y orografía la viticultura en la DOP Cangas presenta unas características especiales. Cuenta con más horas de sol y menos lluvias que el resto de Asturias, con temperaturas de hasta 10º bajo cero en invierno y más de 30º en verano y un periodo de heladas de 6 meses, por todo ésto sólo es posible el cultivo de variedades adaptadas a la zona. Respecto al terreno basta decir que la comarca está calificada como Viticultura de Montaña por el CERVIM, calificación sólo compartida con las DOP Ribeira Sacra, Islas Canarias y Priorat.

Los vinos tintos son de color cereza brillante de poca-media capa, con aromas intensos a frutos rojos silvestres, plantas de sotobosque (zarza) y terruño (pizarras). En boca son frescos, poco tánicos y astringentes, con recuerdos minerales, equilibrada acidez, post gusto agradable con los recuerdos de la fase olfativa, de persistencia media.

Los vinos blancos son de color amarillo pálido con reflejos verdosos. Aroma intenso, terpénico, con recuerdos a frutas de hueso y otros como la piña, pera, manzana y a flores blancas. En boca son frutosos, algo grasos, con toques cítricos y minerales y equilibrada acidez.

Se logran resultados muy atractivos con crianzas en roble de calidad y con la participación, de forma minoritaria, de otras variedades autorizadas que se complementan adecuadamente con las variedades principales, aportando color, capacidad de envejecimiento, mayor complejidad aromática.

Historia

Desde el siglo IX existe documentación sobre el cultivo de la vid en la zona. Sin embargo, su gran expansión se produce con la fundación del Monasterio benedictino de San Juan Bautista de Corias a comienzos del siglo XI. El convento San Juan Bautista de Corias, fundado entre los años 1031/1032 por los condes D. Piñolo y Dña. Aldonza fue dueño de grandes extensiones de viñedo, siendo desde el principio uno de los productos utilizados por los lugareños para hacer donaciones o pagar las rentas de los foros y los arriendos. Se sabe (Gómez 1925) que el abad Juan Martínez que murió en 1172 y que gobernó veintitrés años, aumentó las posesiones de viñedos y que a su muerte el abad Pedro Peláez continuó plantando viñas en las extensas propiedades del monasterio que se extendían no solo por el término municipal de Cangas del Narcea, sino también por los municipios limítrofes y que actualmente configuran la comarca vitivinícola asturiana.

Los mayores progresos del viñedo monástico parece que se produjeron en la segunda mitad del siglo XIII Y a lo largo de XIV. En los contratos forales que Corias otorga a lo largo del siglo XV, se observa que se conceden viñas ya en plena producción, con el objeto de fomentar su producción (García 1980).

Entre el siglo XVI y comienzos del XIX se encuentran referencias de algunos viajeros como Lorenzo de Vital (1517) y Álvarez (1707) o Jullien (1816) sorprendidos por la bondad de los vinos asturianos. Así el ilustrado Jovellanos en el año 1796 escribía: “… A la vendimia de laviña del Conde de Toreno, llamada de la Cerca, porque la tiene, y está contigua a su huerta y casa. Las viñas tendidas a la castellana. La uva, negra: la mejor es el verdejo. Las vendimiadoras cogen; hombres, pasando, recogen estos cestos, y éstos van a llenar los capachos, llamados aquí “gojos”…” .

La producción total de Vinos de Cangas era en el año 1752 de 1.800 hl (Huetz de Lemps, 1967). En la segunda mitad del siglo XIX los caldos de la zona comenzaron a tener un cierta proyección exterior, así en 1873 recibían una mención honorífica en la Exposición Nacional de Madrid, en 1875 obtenían el diploma de 1ª clase en la Exposición Provincial Asturiana.

En la última decena del siglo XIX, un vino de González del Valle recibía las medallas de oro y plata en las exposiciones de Burdeos, Angers, Ruan y Lugo. Se inician también por aquella época exportaciones de vino a Cuba y Argentina, vinos denominados “finos” por su permanencia en barricas durante largos periodos de tiempo. También fueron objeto de gran reconocimiento y aceptación en Madrid los vinos del cangués Queipo de Llano – Conde de Toreno.

Los primeros ataque de filoxera se detectan en la comarca a finales del siglo XIX con el fin de combatirla por medio de la técnica de injerto de las viníferas europeas en patrones americanos, se estableció en Cangas un vivero de la Diputación Provincial que facilitaba a los viticultores de la zona los barbados de vides americanas, mayoritariamente rupestris, que se adaptaba bien a los terrenos pobres, secos y rocosos, mayoritarios en la zona sobre los que injertar las variedades de la zona. Tan importante reestructuración del viñedo estaba finalizada en los primeros años del siglo XX, lo que da idea de la importancia, tanto económica como cultural, que para la zona tenía el cultivo de la vid.

La entrada de otras enfermedades como el mildiu y el oídio por estos tiempos encuentran una buena zona de expansión en la misma debido a su régimen de humedad y temperatura, enfermedades que el viticultor, plenamente consciente de su peligro y después de muchos años de convivencia con las mismas, sabe prevenir y controlar.

El comienzo de la explotación minera de carbón a mediados del siglo pasado, provocó el desplazamiento de la mano de obra, de la que el viñedo de la zona por sus especiales características era gran consumidor, hacía la industria minera lo que provocó el abandono de viñedos quedando reducido a pequeñas explotaciones familiares básicamente para el consumo familiar y local. La concesión en el año 2000 de la figura de protección Vino de la Tierra de Cangas y en el año 2008 de la figura de Vino de Calidad de Cangas permitió el resurgimiento y la recuperación del viñedo y la elaboración de vino que se había mantenido durante la última mitad del siglo pasado. Con siete bodegas elaboradoras, vuelve el viñedo y el vino de la zona a ser consumido no solo en la comarca sino en todo el estado y a ser exportado. Volviendo a ganar premios y reconocimientos: zarcillo de plata en los premios Zarcillo, medalla de oro en el concurso de los Vinos del Noroeste, medalla de oro en los premios internacionales nuevo vino, categoría de plata en el concurso internacional de vinos de montaña…

La zona está jalonada de múltiples referencias toponímicas referidas a la vid y su cultivo, así pueblos como La Viña, parroquias como Entreviñas, barrios como Viña Grandiella, dan fe de ello, no solo eso, medidas propias aplicadas a los volúmenes de vino como la Canada, el Cuartillo, la Puchera, la Cuepa…e incluso oficios como el de Cachican nos indican que la zona estuvo, está y estará asociada íntimamente al cultivo de la vid y a la elaboración de vinos.

Zona Geográfica

La comarca en la que se asienta la DOP Cangas está situada en el suroccidente del Principado de Asturias, la zona de producción está constituida por los terrenos ubicados en los términos municipales de Allande, Cangas del Narcea, Degaña, Grandas de Salime, Ibias, Illano, Pesoz y las parroquias que pertenecen al término municipal de Tineo: Arganza, Barca, Genestaza, Merillés, Ponte, Rodical, Santianes, Sorriba y Tuña, del Principado de Asturias.

Tipos de Vino y Variedades de Uva

De acuerdo con el pliego de condiciones de la DOP Cangas están amparados los vinos blancos y tintos.

En función del tipo y edad del vino se detallan a continuación las características organolépticas principales.

  • Vinos tintos jóvenes: Fase visual: Color rojo rubí a rojo cereza, limpio y brillante Fase olfativa: Aromas de intensidad media, limpios, francos con un gran potencial aromático de series frutales, florales y minerales. Fase gustativa: fresco, equilibrada acidez, completo recordando las sensaciones experimentadas en fase olfativa.
  • Vinos tintos con alguna mención de envejecimiento Fase visual: limpio y brillante, sin partículas en suspensión, color de rojo rubí a rojo picota con reflejos pardos acordes con su periodo de envejecimiento en barricas de roble. Fase olfativa: Aromas frutales francos, agradables e intensos propios de la variedad o variedades empleadas y de su periodo de envejecimiento que se unen con aromas balsámicos, especiados y tostados de maderas de calidad perfectamente ensamblados, sin olores anormales. Fase gustativa: complejo, fresco de acidez equilibrada, donde se entremezclan los sabores frutales primarios con los terciarios aportados por maderas de calidad.
  • Vinos blancos: Fase visual: Color amarillo pálido a amarillo verdoso. Limpio y brillante Fase olfativa: Aromas limpios de intensidad media donde predominan aromas frutales con toques florales y minerales de intensidad variable. Fase gustativa: debe transmitir sensaciones frescas, equilibrada acidez, con frutosidad, toques minerales y de flores blancas.
  • Vinos blancos con alguna mención de envejecimiento Fase visual: mayor intensidad cromática que los vinos blancos jóvenes, aportada por su proceso de elaboración, limpios y brillantes. Fase olfativa: aromas limpios con tonos especiados y tostados entremezclados con aromas frutales y florales propios de las variedades. Fase gustativa: debe transmitir sensaciones grasas, amplias y complejas con frescura, con un roble bien ensamblado.

Las variedades de uva autorizadas por la DOP Cangas son las siguientes:

  • Variedades tintas: Albarín Tinto, Carrasquín, Garnacha Tintorera, Mencía, Merlot, Pinot Noir, Syrah y Verdejo Negro, siendo preferentes Albarín Tinto, Carrasquín, Verdejo Negro y Mencía.
  • Variedades blancas: Albarín Blanco, Albillo Mayor, Godello, Gewurztraminer, Moscatel de Grano Menudo, Picapoll Blanco o Extra, siendo preferente la Albarín Blanco

Clasificación

  • Vino Joven

  • Crianza: vinos con un período de envejecimiento no inferior a dos años naturales, en el caso de los tintos y 18 meses en el caso de los blancos, de los cuales seis meses, como mínimo, habrán permanecido en barrica de madera de roble de capacidad máxima de 330 litros
  • Reserva: vinos tintos con un período mínimo de envejecimiento de 36 meses, de los que habrán permanecido al menos 12 meses en barricas de madera de roble con capacidad máxima de 330 litros y en botella el resto del periodos. Vinos blancos con un período mínimo de envejecimiento de 24 meses, de los que habrán permanecido al menos 6 en barricas de madera de roble de la misma capacidad máxima

Bodegas certificadas por la DOP Cangas

  • Señorío de Ibias
  • Martínez Parrondo
  • Las Danzas
  • La Verdea
  • Vitheras
  • Monasterio de Corias
  • Siluvio bodegas y viñedos
  • Vidas, vides y vinos de Asturias

Fuentes DOP Cangas y Pliego de Condiciones de la DOP Cangas

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