Francia es, sin duda, uno de los países más importantes en la historia mundial del vino. Su contribución al desarrollo de la vitivinicultura es innegable, desde la terminología utilizada a las técnicas modernas de vinificación pasando por las variedades de uva plantadas. Quizá es más evidente en los vinos del Nuevo Mundo pero incluso los países con más tradición vinícola hemos recibido la influencia del savoir fair francés. Probablemente Borgoña, Champagne y Burdeos sean las tres regiones vinícolas más conocidas en todo el mundo y podemos decir lo mismo si hablamos de Chardonnay, Sauvignon Blanc, Cabernet Sauvignon, Merlot o Pinot Noir en cuanto a uvas.
La historia del vino en Francia comienza, como no, con los griegos. Es probable que los celtas ya elaboraran vino anteriormente, aunque no hay ningún documento que haga referencia a ello y tan sólo se han encontrado pepitas de uva en yacimientos por toda Francia. Lo que sabemos con toda seguridad es que en el siglo VI a.C. los griegos fundaron Massalia (Marsella) y comenzaron a producir su propio vino. El historiador Justiniano nos dice que los galos aprendieros de los griegos una forma civilizada de vino cultivando el olivo y la vid.
En el año 125 a.C. los romanos conquistan Massalia y fundan Narbona en el 118 a.C. Con Roma llega la expansión del vino por toda Francia, hacia el norte suben por el valle del Ródano hasta Borgoña y hacia el oeste llegan hasta Burdeos y a mediados del siglo III el emperador Marco Aurelio Probo ordena la plantación de viñas por toda Francia. Burdeos cultiva su propio viñedo y se convierte en un importante puerto comercial de donde salía el vino para las legiones de Britania.
Tras los romanos, son las ordenes monásticas y religiosas las que toman el relevo en el desarrollo de la viticultura.
En 1855 se establece la clasificación de Burdeos respondiendo a una solicitud del Emperador Napoleón III para la Exposición Mundial de París del mismo año.
También a mediados del sigo XIX se inicia un periodo negro para el vino francés. El viñedo sufre el ataque de tres plagas de origen americano, oidio, mildiu y filoxera. Las dos primeras supusieron una disminución de la producción pero no la muerte del viñedo y se consiguieron atajar con el uso de azufre en el caso del oidio y sulfato de cobre para el mildiu. La filoxera, en cambio, es un insecto que se alimenta de las raices y hojas de la vid y una vez que aparece supone la muerte de la planta. Se calcula que la plaga de filoxera supuso la destrucción del 40% del viñedo en Francia. Tras las plagas dos guerras mundiales y la Gran Depresión cierran este ciclo desastroso de un siglo de duración. El final de la guerra en 1945 supone el resurgimiento del vino francés con la modernización de las técnicas de cultivo y producción.
Actualmente en Francia podemos clasificar el vino en tres categorías
- Vin de France, son vinos sin identificación geográfica
- IGP, Indicación Geográfica Protegida
- AOP, es la Denominación de Origen Protegida de España, la clasificación responde a una normativa europea de 2009, se puede seguir utilizando AOC (DOC en España)
Además, existen clasificaciones de calidad distintas en algunas regiones como la clasificación de 1855 en Burdeos y los Grand Cru en Borgoña, Champagne y Alsacia. Estas clasificaciones son más confusas y las iremos viendo al ver cada denominación por separado.
Actualmente hay reconocidas en Francia 73 IGP y 319 AOC. Tradicionalmente se divide el viñedo francés en regiones vinícolas y no en las regiones administrativas por lo que es así como lo vamos a ver. También debido a las peculiaridades que presentan las denominaciones de origen en cada región vinícola vamos a abrir cada región en una página nueva donde veremos las denominaciones correspondientes en lugar de ofrecer aquí el listado completo.
- 1 – Alsacia
- 2 – Burdeos
- 3 – Beaujolais
- 4 – Borgoña
- 5 – Bugey
- 6 – Champagne
- 7 – Córcega
- 8 – Jura
- 9 – Languedoc
- 10 – Lorena
- 11 – Loira
- 12 – Provenza
- 13 – Rousillón
- 14 – Ródano
- 15 – Savoya
- 16 – Sudoeste